lunes, 13 de junio de 2016

ENSEÑAR A PENSAR: ROL DEL DOCENTE COMO ESTRATEGA.



Una cuestión que me preocupa e inquieta mucho es cómo enseñar a nuestros alumnos no sólo a estudiar, sino a razonar y a pensar de forma autónoma… será que como alumna nunca en toda mi etapa de primaria y secundaria ningún docente se sentó y me dijo “no estudies de memoria” por lo que al iniciar el terciario las consecuencias fueron bastante duras y pedí ayuda continuamente, pero no todos lo hacen, porque en el colegio no nos damos cuenta de la importancia que tiene razonar un artículo, un texto, sea o no de contenidos escolares, sólo queremos aprobar materias. La importancia de fomentar el pensamiento autónomo es necesaria desde que iniciamos educación inicial.

Sabemos  que todos los individuos piensan, pero no todos lo hacen de manera efectiva en las distintas situaciones, no todos tienen la misma coherencia y fuerza. El pensamiento lleva a tomar decisiones que implican la forma de actuar. 
Si como docentes buscamos sólo que reproduzcan el conocimiento, nos limitamos a que nos digan lo que queremos escuchar (en el mejor de los casos), implícitamente no le estamos dando al alumno la libertad para que elabore, para que piense desde otra perspectiva, para que reflexione acerca del conocimiento y lo cuestione…. en fin, el desarrollo del pensamiento crítico como objetivo que tiene la escuela con éstas cuestiones que mencioné antes, no se desarrolla. Por todo ésto, como futura docente desde mi humilde lugar tengo en claro que mi prioridad es ENSEÑARLES A PENSAR!!!!!, no pueden salir de la escuela sin ser autoreferentes, sin tener una evaluación de sí mismos en el crecimiento, de los errores, decrecimiento, sin poder producir un texto propio, sin poder tomar decisiones a partir de los diferentes puntos de vista, sin.. sin… sin.

El docente debe enseñar a hacer preguntas, y a encontrar respuestas que lleven a los alumnos a establecer juicios inteligentes, a hacer  mejor lo que se hace, pensando de manera creativa, innovadora, que les lleven a resolver dificultades. Conducir a los alumnos a desarrollar  la capacidad de observar los detalles, de descubrir lo esencial de cada situación pensando más críticamente, con coherencia, creatividad, más profundamente de lo que lo cotidianamente se hace.  
Como Piaget menciona en (Mendez, 2014) la meta principal de la educación es formar hombres y mujeres que sean capaces de hacer cosas nuevas, no simplemente de repetir lo que otras generaciones han hecho. 
El pensamiento es una interacción con el medio, con la realidad, consigo mismo y que lleva al alumno a transformar y transformarse. Por eso un requisito fundamental son las estrategias que utilizan los docentes en el proceso enseñanza-aprendizaje.
Pensar de manera crítica requiere analizar situaciones a través de la comparación que se hace del conocimiento adquirido, la argumentación, la deducción para concluir en algo, y aquí es donde tiene que aparecer el docente estratega que promueva la necesidad de aprender activamente, de manera consciente y reflexiva, tenemos que lograr que los chicos tengan iniciativa propia, que se adapten y transformen el contexto cada vez más cambiante y complejo, para que sea capaz de formular preguntas y participar en debates, resolver problemas, analizar información, usar ideas abstractas, probar sus conclusiones, y encontrar alternativas.
La motivación  en el alumno se produce a partir del control que tiene con respecto a la actividad cognitiva que realiza ¿Por qué? Porque al dominar el conocimiento y reflexionar sobre el mismo, es consciente de lo que aprende y eso le permite tomar decisiones.  
Como menciona Anijovich, R. (2009) "...las estrategias llegan a su nivel de concreción a través de las actividades que los docentes proponen a sus alumnos y que éstos realizan".
Por ejemplo un docente estratega propone reelaborar ideas, mapas conceptuales, cuadros comparativos, resolución de problemas, actividades grupales, entre otras diversas actividades en las cuales actúa como guía, porque para fomentar el pensamiento crítico debe dejar que, a partir del conocimiento que poseen los alumnos, reflexionen de manera autónoma con las estrategias que se proponen para que ésto se logre. 




Según Anijovich, R. (2009) una buena práctica de enseñanza es aquella en la que un docente, apelando a ideas o a recursos nuevoso existentes, encuentra un sentido, un para qué de ese hacer, lo lleva a la práctica, recupera de modo reflexivo lo que ocurrió y puede pensar en mejorar futuras acciones.

Cuando el alumno desarrolla el pensamiento crítico tiene conciencia acerca de los supuestos bajo los cuales él, y los otros, actúan, aprende a prestar atención al contexto en el que se generan sus acciones, busca otras posibilidades y no se queda con una sola opción, se interroga sobre las cosas y se interesa por los fundamentos de sus opiniones, acciones, valoraciones y  conocimientos y transforma las ideas en conocimiento, decisiones y acciones, construyendo una mentalidad propia.

 





Referencias

  • ·Méndez, H. (2014): Los fundamentos del pensamiento. Lectura Inicial para Unidad Uno. Curso Psicología del Pensamiento. Maestría en Educación con énfasis en Desarrollo cognitivo.  Universidad Virtual. Tecnológico de Monterrey.
  • Anijovich, R. y Mora, S. (2009). ¿Cómo enseñamos? Las estrategias entre la teoría y la práctica. Estrategias de enseñanza: Otra mirada al quehacer en el aula (pp.21-34). Buenos Aires: Aique.