lunes, 30 de mayo de 2016

¿Qué es la Ciudadanía Digital?



En la actual sociedad de la información no quedan dudas de que  casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana se ven influenciados de forma cada vez más masiva  por las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), ya que es difícil pensar en actividades como comunicarse, querer informarse, mirar una película, bajar música o comprar algo sin que ello esté influenciado por el uso de ellas.

 

El aumento cada vez más masivo tanto en la transmisión de la información como en las alternativas de interacción disponibles se ha vuelto moneda corriente. La vida virtual es parte de nuestra vida, no se encuentra aislada de ella y al hablar de Ciudadanía Digital nos referimos a las normas de convivencia y comportamiento que pertenecen al entorno virtual y a la relación que mantiene con los aspectos culturales, y sociales en ésta interacción. Por este motivo la sociedad 2.0 es el ideal del ejercicio de la ciudadanía digital, ya que se caracteriza por la colaboración y el rápido intercambio de información entre las personas. Cabe destacar que es un concepto en proceso de desarrollo a medida que avanzan las tecnologías y que trae sus dificultades y problemáticas, entre ellas se pueden mencionar la pérdida de privacidad, el robo de identidad, filtración de contenido y conversaciones, se acentúa la exclusión social por la brecha digital que prevalece y los distintos grupos que se forman, la sobreabundancia de información que trae aparejado el plagio de la misma, entre otras problemáticas que implican el uso, mal uso y abuso de la tecnología. Esto está relacionado con lo que Alfons Cornella (2003) denominó “infoxicación” (intoxicación de información) haciendo referencia a la sobrecarga de información de la que mencione antes como problemática, y que se la considera como la enfermedad de la sociedad digital del siglo XXI. Según Alfons Cornella,  “El problema y su solución comparten el mismo  origen: la red. Internet nos satura de información pero al mismo tiempo nos proporciona las herramientas para no morir “infoxicados”. El punto critico está en comunicar más eficientemente”.

Si hablamos de ciudadanía digital, como plantean Mike S. Ribble, Gerald D. Bailey, y Tweed W. Ross (2004) en su artículo, aparecen áreas generales de comportamiento que la deben conformar y que considero relevante detallar: 

Ø  Netiqueta (etiqueta) hace referencia a los estándares de conducta o manera de proceder con medios electrónicos. Por ejemplo pedir permiso para etiquetar.
Ø  Comunicación, que es el intercambio electrónico de información, pero que trae aparejado poder diferenciar cuál es la forma más adecuada para distintas circunstancias.
Ø  Educación: el proceso de enseñar y aprender sobre tecnología y su utilización, tema del que hablaré más abajo.
Ø  Acceso: participación electrónica plena en la sociedad
Ø  Comercio, es la compraventa electrónica de bienes y servicios que surge como algo muy frecuente y cotidiano en la sociedad actual, pero en lo cual se debe poner atención ya que el robo de identidad es frecuente aquí.
Ø  Responsabilidad: responsabilidad por hechos y acciones en los medios electrónicos, esto es: identificar qué es apropiado y qué no lo es, qué es legal o ilegal cuando utilizamos Internet.
Ø  Derechos, de los cuales gozan todas las personas en el mundo digital.
Ø  Ergonomía: bienestar físico en un mundo tecnológico digital, forzar la vista y la mala postura son problemas comunes en las actividades relacionadas con la tecnología de los cuales debemos tomar conciencia para prevenir.
Ø  Riesgo: precauciones para garantizar la seguridad en los medios electrónicos, a medida que una mayor cantidad de información se guarda, debe generarse la estrategia correspondiente para protegerla y también incluye protegernos a nosotros mismos y a otros de influencias externas que pueden causarnos daños físicos.

     Como mencioné anteriormente, una de las áreas de comportamiento en la ciudadanía digital tiene que ver con la educación ¡Y qué importante es en éste tema!, considero que siendo el fin de la educación construir un ciudadano critico y reflexivo, debemos tomar con mucha responsabilidad la formación en el mundo digital. No se trata sólo de facilitar el acceso a las TIC sino de formar para una utilización adecuada, que garantice la participación activa del alumno y responsabilidades que asuman a futuro. La clave está en que los docentes y, yo como alumna del profesorado, consideremos a las TIC no como una simple herramienta sino que se les de la importancia como elemento central para la selección de información, la reconstrucción del conocimiento, la participación y la comunicación. Por este motivo debemos dominar las áreas generales de comportamiento no sólo para conocer las  aplicaciones  que  integran la web 2.0, sino para generar estrategias de aprendizaje que favorezcan la alfabetización digital.

Debemos enseñar a los alumnos a aprender a acceder a la información, que sepan buscan y diferenciarla, a contrastarla y que a partir de los datos que obtengan construyan una opinión ciudadana, porque la falta de confiabilidad de las fuentes de la información, el alto volumen de páginas de información general disponibles, esta sobrecarga de información de la que hablé antes genera desorientación en los alumnos que no saben qué hacer ante el caudal de información. 

En definitiva, se trata de crear entornos de aprendizaje (Jonassen, 2000) que permitan presentar al estudiante una serie de variadas experiencias y escenarios que le faciliten su propia construcción del conocimiento (Educar a través de y para la ciudadanía). 
La eficiencia en la alfabetización digital se fortalece a través de la enseñanza que incluye el conocimiento de filtros para evitar adquirir información falsa, que pueden ir desde buscadores, palabras claves, temas, operadores como las comillas, el + o -, entre otros.     
¿Qué herramientas podemos utilizar en el aula?  Respondiendo a ésta pregunta antes que nada debemos implementar estrategias que fomenten a una utilización adecuada de la tecnología, para esto tenemos que por ejemplo seleccionar información de acuerdo con el nivel del grupo y eliminar la irrelevante, promover que comparen, evalúen la información, enseñarles a reflexionar acerca de los conocimientos que adquieren con esa información, entre otras cuestiones necesarias que permitan una buena utilización de herramientas. Algunas de las herramientas pueden ser los foros de intercambios, el correo electrónico, documentos colaborativos como el Drive para que elaboren material en grupo, servicios de multimedia como Youtube, Educatina, y otros que permitan compartir conocimiento,  la Web Quest (que permite al alumno desarrollar la investigación, con supervisión en los pasos a seguir a partir de ciertas secuencias que el alumno debe ir completando y resolviendo, y al mismo tiempo se entregan los recursos y herramientas necesarias para completar dicha actividad), el Blog para que puedan expresarse, Edmodo que resulta motivador ya que es similar a Facebook, y muchas otras herramientas que integran la web 2.0 y que tenemos excusa para dejar de utilizarlas. 


Bibliografía

  •   Alfons Cornella (2003). Infoxicacion: buscando un orden en la información.
  • ·JONASSEN, D. (2000): «El diseño de entornos constructivista de aprendizaje», en Ch. Reigeluth (ed.): Diseño de la instrucción: teoría y modelos, Madrid, Santillana.